martes, 27 de marzo de 2012

A miña carreira no Vig-Bay

El pasado finde viajé hasta Vigo para correr la primera media maratón de la temporada. Nunca había estado en Galicia y éste fue uno de los principales alicientes para correr allí. Además, me atrajo mucho el concepto que de esta carrera se ha elaborado. Un nombre propio con personalidad, la singularidad de unir dos poblaciones a través de una carretera que serpentea la costa, y un producto  de calidad en un mercado no tan saturado como el madrileño. Así, la Vig Bay es la media maratón más importante de Galicia y reúne a más de 4.000 corredores.

Las  molestias en el psoas que me dejó Laredo fueron desapareciendo y me permitieron correr perfectamente el domingo -aunque han vuelto a aparecer-.  Tras haber pasado un día paseando por Vigo (¿quién dijo que Madrid tiene un relieve abrupto?), el domingo madrugamos para llegar a la playa en Samil, a 6km del centro -punto negativo, sin duda, si no tienes coche-.  Caras completamente desconocidas en la salida sin incluir la de mi compi de aventuras Dani Branson, que prepara la Madrid Rock"n"Roll Madrid Marathon, yeah!.

La carrera da comienzo y voy sobrado, con cuidado, aprehendiendo la lección de Cartagena de 2011 -además esta vez no fui a hotel con spa y desayuno buffet sino a hostal con revelador nombre “El Ancla Dorada” (…)-. Antes  de llegar al km5 y después del baile de los primeros kilómetros, ya se ha formado un numeroso grupo de 9 atletas y ahí me subo yo también-.

Comienzan las cuestas y el cuerpo responde adecuadamente. Ahora bien, noto que sudo bastante, cuando no es frecuente en mí  -hacía unos 16C-. Los kilómetros siguen pasando  y llegamos al km 10 en 35:09, idéntico paso al de Gijón el pasado año. 

Poco después, y sin pensarlo, con el inicio de la zona favorable del recorrido decido tirar solo y avanzo 3km en solitario, pero al no tener referencias cercanas por delante, mi antiguo grupo me vuelve a coger -ups, hola de nuevo-, aunque con menos unidades. 
Ahora sé que no puedo desengancharme de ellos, son muy constantes y me llevarán a meta con todas las garantías-.

A pesar de lo bonito del paisaje -que queda siempre a mano derecha-, la carretera se hace larga y apenas hay animación- Esto último cambia en los últimos kilómetros de la competición según nos vamos acercando a Bayona. 

Sigo notando que corro “suficientemente cómodo” a pesar de no poder ir más rápido; creo que mi cuerpo se ha habituado al ritmo pero aunque no he pinchado, no puedo ir a más, ese es mi límite hoy… extraña sensación  ¿será esto lo propio de la larga distancia? ¿será que no estoy acostumbrado? ¿o ambas a la vez?.

A falta de 3km la gente del grupo se retuerce y acelera, cada uno como puede, para afrontar los dos últimos kilómetros que se dilatan hasta el infinito en mi cabeza y qué recorreré solo para llegar finalmente en una marca que me deja un cuerpo algo “raro” y que no sé saborear en ese momento. 

Veamos qué lecturas podemos extraer con estas sensaciones algo destempladas:

>>1:14:09, 28º Gral. Es una MMP-Mejor marca personal, recortando casi 50 segundos el resultado de    Gijón -01:14:57-. A diferencia de Gijón, con un perfil fácil, la Vig-Bay tiene una dificultad media, media-baja.
 >>No he penado. La cautela inicial me ha servido para no pinchar y ser extrañamente regular. A falta de un reloj Garmin, rescato aquí que los promedios se han clavado en 3:30,3:31 durante toda la carrera y así, en la segunda mitad, sólo he perdido 19 segundillos-
>>Sin embargo, esperaba rendir un pelín más. De haberlo imaginado en octubre  hubiera dado saltos (¡!),  pero ya una vez metido “mentalmente en harina”, en pleno mes de marzo y en la línea de los resultados previos, esperaba ese poquito más de fuelle.

+Aquí se puede ver mi llegada a meta
+Aquí están disponibles las clasificaciones

La persona que diseña mi preparación asegura que el entrenamiento que sigo para 10km y media es muy parecido, pero es evidente que soy un recién llegado a la distancia y que no sé desenvolverme aún.
Así pues, buscaremos una media con un perfil favorable y más espaciada en el tiempo respecto a otros objetivos, aunque esta pugna será ahora la primera a tener en cuenta una vez finalizado el tiempo de cross, 10km en ruta; y ante todo, ante mis reticencias a correr en pista este año. 



lunes, 12 de marzo de 2012

Soñando despierto (32:46)

La crisis del mundo real me está volviendo loco. Desnortado, uno se pregunta si han servido de algo tantos años de preparación y trabajo cuando estos no se traducen en una mínima apuesta de futuro. Qué bonito es el atletismo que, en ese panorama de desconcierto, te anima a creer que el esfuerzo puede(*) traer consigo una emocionante recompensa y te invita a pensar que las cosas pueden cambiar  -a mejor-.

7:00am. Vallecas, metro, Atocha, cercanías, Chamartín, tren, Santander, bus, Laredo… ¡Y no he comido aún! Monta un pic-nic en un banco de la calle, recoge el dorsal, pilla un taxi hasta el hotel (en la “montaña”). Son las 15:30pm y quedan apenas dos horas para que comience la carrera. Locura.
Pese a llegar con el tiempo justo, la hora previa al pistoletazo de salida se nos hace eterna. A mí y a la troupe que encabeza un Fran muy mentalizado para lograr su meta. Como la de tantos, es nuestra primera vez aquí y sopla un aire en Laredo que nos inquieta. Aún así, hoy hemos venido aquí porque queremos correr más que nunca.

¡Qué se salve quién pueda! Jesús A. Gutiérrez


Encontré serios problemas de colocación en la salida. Angel Tomas.

Por error, deduzco, de la organización, me dan un dorsal que no forma parte de los números 1-200, que tienen un cajón destacado. Me pongo por tanto en la primera fila de “el resto” (200-1400), pues para estas cosas soy un poco pavo y no me gusta saltarme las reglas.  Cuando retiran la cuerda consigo ponerme detrás de  Fran  y Arturo, pero aún así, y una vez que suena la pistola, me desvío a la derecha y comienzo a pasar a mucha gente, ya no porque esté muy nervioso, es porque ese no era mi sitio. Esto me hace tener que esquivar gente hasta llegar al km 1 en 3:10 y poco después acoplarme en el grupo que encabeza Sergio Fernández Infiestas, que a posteriori leí que iba a por el récord del mundo de su categoría de veteranos en 32´pelados.

                   

                   

En este grupo voy algo forzado, pero sé que en ello tiene que ver mi calentón inicial. En él viajan más de diez atletas, entre ellos David López, referencia muy valiosa para mí. Sin embargo, al paso por la primera vuelta, mi ritmo se resiente y cuando atravesamos el km 5 observamos que el reloj indica 16:05 -mi idea era pasar en 16:15-. A partir de ahí y hasta la meta no me separaré de Carlos Barrero, del CAT Alcorcón, cuya estela me permitió llegar a meta a un ritmo constante.  El viento es molesto y hace daño en las dos direcciones que prevé el recorrido. Trato de ponerme en cabeza y tirar para colaborar, pero los otros dos o tres atletas están más fuertes que yo.

                        

La gran avenida que trae de vuelta a meta se hace interminable. Hay muchísimo público. Mi cuerpo va al límite, mis pensamientos se atropellan. En el km 9 miro al reloj: 29.28. Mis piernas tienen que correr en menos de 3:30 el último mil para conseguir casi un sueño. Corro, corro, damos la vuelta al circuito y estamos ya en la última recta. Me pasan dos corredores que van a terminar a un ritmo explosivo. Consigo ver el marcador y llego a dudar de si seré capaz. Esto ya se acaba y ahora sí, ya estoy seguro de conseguirlo. Esto me parece una burrada, es demasiado.

(En este punto, os invito a mimetizaros con mis pensamientos pulsando play a mi tema favorito de siempre:)

                                   

Lo he conseguido y no puedo estar más feliz. Echo de menos poder abrazar a alguien que sepa lo que esto significa para mí. Me he dejado hoy la vida corriendo, he venido soñando con una marca, se ha trabajado para ello y se me regala un tiempo que aún me cuesta creer. No puedo evitar acordarme de los años 2006, 2007, 2008 y 2009, cuando clavaba meridianamente todas las carreras de 10 km en 35:4X. Estaba fervientemente convencido de que ese era mi límite y de que no había más. Por eso siento que es un regalo amar este deporte y conseguir esta marca de 32:46, 3 minutos por debajo de aquella. Esto me empuja a pensar que en la vida no se puede perder la esperanza, que se puede volver al camino o comenzar uno nuevo que nunca, de verdad, nunca, hubiera sospechado. Necesitaba esta victoria moral.


Gracias por vuestros ánimos. Fue un placer también compartir nervios y reflexiones posteriores con compañeros en liza. Y gracias, Héctor&JV&Dani: la guinda final del pastel que ha sido este finde.

*Clasificación, puesto 68º en una apabullante lista de nombres y tiempos.
*El vídeo de llegada (con pelea que llega a las manos entre juez y fotógrafos)

Haciendo repaso, y si el año pasado terminamos La Carrera del Agua con MMP en 33:51, esta temporada de 10km,  con una primera parada en la SSVI  y unos muy especiales 33:22 MMP, se termina en Laredo con 32:46 MMP (32:41 real). Imposible seguir a Marta, por cierto, que se marcó un impresionante récord de España de 10km ruta. Bravo.

En quince días, la primera media maratón del año: la Vig-Bay, Gran Bahía Vigo-Bayona.

sábado, 3 de marzo de 2012

Buenos y necesarios, los nervios

Comienza la cuenta atrás. Quedan siete días para correr en Laredo, la que dicen es la carrera más rápida de 10km en el calendario nacional.
Esta competición viene haciendo ruido desde hace unos años y goza de muy buenas opiniones por su perfil y por su altitud, y así lo han reflejado algunos atletas a los que sigo a través de sus respectivos blogs. Hay que ir hasta allí, por tanto, para comprobarlo.

Aunque sólo comprobarlo… no es divertido. Voy a viajar sin presiones, consciente de cómo se las gastan las reglas aritméticas del atletismo. Pero reconozco que no me conformo con cualquier cosa. Quiero conseguir batir mi mejor marca (33:22 en la SSVI). No es nada pero que nada fácil y es  espantosamente  fácil redondear a la baja en las cuentas  mentales y tirar la casa por la ventana. Y es perfectamente posible, también, fracasar.


Creo que los entrenamientos han ido bien y sigo trabajando para llegar mentalmente entero  a la línea de salida. Allí estarán también bastantes conocidos y amigos de Madrid y estoy seguro de que alguno de ellos me servirá de buena referencia.
Por cierto que también estará allí Marta Domínguez, ídolo y liebre de mi SSVI.  Ha señalado que quiere correr a ritmo de 32:30, lo que sugiere un posible paso por el km 5 en 16:15, un parcial que manejo como asequible en mis planes particulares, no así el crono final que augura la palentina.

Y voy a poner punto final después de borrar toda una parrafada referida a posibles parciales, márgenes de seguridad, previsiones, antecedentes  y otros humos.  Los nervios afloran y los escasos visos de superstición que acarreo no me permiten elucubrar más sobre algo que desconocemos; y no me atrevo a verbalizar, siquiera escribir, mis más altas pretensiones.

Basta. Qué pase lo que tenga que pasar. Y a sufrir.

* ¡Y qué nos haga buen día, por dios!