miércoles, 9 de marzo de 2011

La culpa fue del cu-ra-sán

Y es que es muy malo ser pobre, ir de hoteles “de esos”, y no poder dormir pensando en la competición las bondades del desayuno buffet de la mañana siguiente. Pero no, la culpa no fue del contundente desayuno que nos marcamos en el hotel antes de la carrera. Tampoco hubo chocolate problemas gástricos en esta ocasión, pero mi actuación fue, a todas luces, una gran cagada. De poco sirvieron los fectos terapéuticos de la ma-ra-vi-llo-sa sesión de spa en la víspera. Y es que olvidé la lección nº1 en esto de correr: los alardes de fuerza se acaban pagando.

Y así, con esa bisoñez, salí corriendo a 3:30 min/km con el grupo de cabeza y pinchando, como era de esperar, en el km 5. Poco dura la alegría en casa del pobre. A partir de ese momento, la carrera fue un penar en solitario durante 17 km y a lo largo de tres vueltas por el centro urbano de Cartagena. Fueron cuatro los corredores que me rebasaron en esa lenta agonía, y a pesar de conseguir MMP en mi tercera incursión en esta distancia y que NO PREPARO específicamente, quedé decepcionado con el resultado. Hice 1:17:52 y ocupé el puesto 11º absoluto en un circuito homologado, presuntamente, por la RFEA. Mejoro, por tanto, en más de un minuto la marca obtenida en la calurosa media de El Burgo de Osma -1:18:57-. No me motivan en exceso los 21km, pero sé que puedo hacerlo mejor, no sé cuánto, pero mejor.
Cabe señalar algunos números para reflejar el pinchazo. Hice la segunda mitad de la carrera en 3:41 min más que en la primera. De hecho, y de haber mantenido el ritmo imposible de los primeros compases -3:30 min/km-, el crono en meta se hubiera parado en menos de 1:15:00. Casi nada.

Vítores finales a la organización, que sin ellos saberlo me devolvieron a casa contento y cargado con mi trofeo como 2º clasificado en la categoría sénior A, y es que nunca me cansaré de aplaudir el acierto de acotar las categorías por edades, especialmente si atañe a los más jóvenes, que encuentran una grata motivación en subir a un podio. En Alemania, por ejemplo, dividen las franjas de edad por intervalos de cinco años. En el otro lado, en la carrera en la que tomé parte en Torrelodones, la categoría sénior incluía a las personas entre 20 y 40 años. Para suerte de algunos y desgracia de otros, en el atletismo popular son muchos los veteranos y los perros viejos. Pero a la vejez, siempre y espero, viruelas.
Adjunto, además, una incursión muy "casual" en la prensa y la clasificación de la prueba

1 comentario:

  1. eres un cisne negro, basta ya de lamentos, hiciste marca personal!!

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