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sábado, 20 de agosto de 2016

Buena suerte, Ruth.

Ha llegado ese día en el que intentas no pensar para no atacarte de los nervios; ¡el día más importante de los JJOO de Río!. La última vez fue desde una pantalla gigante en una iglesia de Londres, cuando no conseguí entradas para el estadio. Entonces, ese cuarto puesto con 2 metros fue verdaderamente dramático.

Ruth no corre, pero salta. Salta TAN bien que lleva más de 15 años siendo una de las 10 mejores saltadoras de altura del mundo. ¿Cómo debe ser eso de saberse la mejor indiscutible en algo?. Han sido necesarios muchos minutos de televisión (y de medallas) para que la cultura deportiva de nuestro país haya abrazado, también, a una de las mejoras especialistas de la historia.

Meeting de Madrid 2013

La saludé por primera vez en la Copa del Mundo de Madrid en 2002, cuando fui de voluntario, y cuando le pedimos una foto nos dijo: "Pero chicos, si la campeona de España es ella" (refiriéndose a Marta Mendía). Después tuve el privilegio de vivir en directo su medalla internacional en el Europeo Indoor de Madrid en 2005 con mi padre y casi 10 años después, disfrutar in situ de su segunda corona europea en Zúrich 2014.



Superviviente de varias generaciones de saltadoras, única atleta española con un Diamante y la más laureada hasta la fecha, está llamada a ser, al menos en nuestras plegarias (!) la atleta española que rompa POR FIN con la maldición olímpica de otros de los nuestros que nunca tuvieron ese reconocimiento (Natalia, Chuso, Yago, Mayte, Berlanas, Martin, Abel, Reyes o Marta, entre otros)

50km marcha en los JJOO Londres

Pase lo que pase esta noche, vamos a llorar por ella y por nosotros, porque tardaremos décadas o más en volver a tener a alguien con semejante talento innato y con esa poco frecuente mentalidad ganadora que tardó algo más en alumbrar.

Vuelta de honor en el estadio Letzigrund de Zúrich 2014
Sin duda, lo más "bonito" de la modesta dimensión del deporte español, es que saboreamos cada medalla de la delegación como única. Y más aún en el deporte rey, el más universal de todos.
Ésta es la medalla que soñamos y que se merece después de tanto tiempo el atletismo español

Buena suerte, Ruth.


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jueves, 19 de julio de 2012

Fin y principio: ¡vacaciones!


De  eso que esperas vorazmente que llegue “el día” para poco después sentirte desinflado: ¡pues vaya! ¿y esto era todo?. Y no me refiero a la carrera, sino a la traca final de estas semanas con la que, ahora sí,  concluimos esta larga etapa atlética. Sin embargo, el día final no es el fin del todo.

Estoy hablando del penúltimo. Ese en el que realizas tu último entrenamiento “del año”.  Al principio procuras finiquitar la sesión cuanto antes pero, sin querer y por momentos, esbozas alguna que otra sonrisa mientras recuperas de la memoria y a ralentí aquella carrera de hace meses, la que fue TU CARRERA. Y este día, y sin que sirva de precedente, dejas que te adelanten “las chicas de oro” -porque todos tenemos unas (señoras) en el parque -, pues ya todo está hecho. Es entonces cuando te descubres emocionado. Y es que, si no afloraran estas pulsiones, ¿merecería la pena correr?.

Por tercer año consecutivo tomé parte en una de las pruebas en modalidad OPEN que prevé con acierto la organización del Meeting de Atletismo de Madrid.  Mentí vilmente a la hora de apuntar mi mejor marca. Tenía 2:54 de 2010 y anoté 2:51 en la inscripción con el fin de ser agrupado con la mejor serie y correr de los más rezagados, si no el último, pero lograr un buen crono. Pero por enésima vez consecutiva y muy a mi pesar, me veo con el cuarto mejor tiempo de salida en la serie B.



Después de correr el 3.000m de Arganda me prometí no usar clavos en Moratalaz y así fue -creo que era el único corredor de la serie sin ellos- y honestamente, no percibí ningún hándicap. Me quedo encerrado en la salida y al paso por la primera recta adelanto posiciones hasta el cuarto puesto. En la contrarrecta me coloco tercero y trato de no perder la distancia de menos de 10m que me separa del segundo; mientras que el primero juega en otra liga y bajará de 2:40 -enhorabuena, pero ¿para qué se pone 2:50?-


El último cuatrocientos ya se nota y me cuesta mantener la frecuencia de zancada. Pasado el 800 me adelanta un corredor, pero aprieto los dientes al máximo, me retuerzo y en los últimos 25 metros le alcanzo y le supero antes de rebasar la meta. Por atrás venía un fortísimo Juanqui, que supo y pudo terminar brillantemente y de menos a más. Finalmente, soy el tercer clasificado con unos premonitorios pero realistas 2:51 y con los que mejoro 3” mi marca en un lapso de dos años, pero tratándose de dos años en los que ha habido una mejora muy sustancial en mi rendimiento, extraigo que soy muy malo en esto, jaj.

Aquí, las clasificaciones

Y otro año más, sereno y satisfecho, terminé una etapa muy especial  en este camino. Corriendo. Viendo atletismo. Intercambiando impresiones con iguales. Compartiendo nervios y risas con Héctor. Pero sobre todo, con el incondicional mecenazgo espiritual de mi padre: desde el primer al último día de estos nueve meses, después de un mal entrenamiento, tras una gran carrera o acompañándome con la bici en un rodaje largo; ¿a quién podría dar si no tanto la brasa?. Muchísimas gracias, papá.

En las próximas semanas seré "yo" quién pase a un segundo plano. Se avecinan días prometedores de atletismo. Si bien tuve la oportunidad de colaborar la pasada semana como periodista en los Mundiales de Atletismo Júnior de Barcelona, en pocos días comienza la gran fiesta del deporte. Y tengo un martilleante cosquilleo en el estómago. Según lo previsto, estaré en Londres durante un fin de semana para ver competir en directo a tres auténticos ídolos deportivos. De una parte, al señor J.A. García Bragado -no tengo calificativos-. De otra, a Mari Vasco, mito y única medallista olímpica de nuestro atletismo. Y si confluyen una serie  de factores y cruzamos los dedos, podré vivir una hipotética final de 1.500m femenino con ella: Natalia Rodríguez, a quien admiro y sobre quien redacté una breve semblanza hace justo un año. Lo dicho: incertidumbre y mucha ilusión.

Tras hablar con Ana Peleteiro, radiante campeona mundial de triple con su majestuoso salto de 14,17m 

¡Feliz verano!¡No pienso correr en dos meses!¡Viva!