miércoles, 24 de agosto de 2011

Apuntes personales. Natalia



Como un suspiro ha llegado Daegu. Y no querría dejar de dedicar unas líneas a ciertas figuras que, para mí, son auténticos próceres de nuestro atletismo. Me considero bastante alejado de todo lo que sea “mainstream” en atletismo, más aún cuando nuestro entusiasmo ha sido lacerado en fechas recientes, pero tengo debilidades. Y una de ellas es Natalia Rodríguez. A finales de los noventa algún que otro alto cargo federativo debió de frotarse las manos ante el alumbramiento de una atleta formidable, de esas que están tocadas por la naturaleza y que despuntaría en la prueba fetiche de nuestra tradición atlética en las grandes competiciones internacionales. Con sólo 22 añitos, Natalia fue capaz de alcanzar la final y proclamarse sexta del mundo en Edmonton 2001. Cuatro años después, en la pista mágica de Rieti, se convertiría en la única española capaz de bajar de 4 min en el 1.500m.

Algunos han acertado a decir que es introvertida, reflexiva, calculadora o inteligente. Pero parece que nada ocurre por azar en cuanto le sucede. Como ella misma ha explicado alguna vez, le gusta renovarse en su forma de presentarse a cada competición; cada reto es una nueva página en blanco ante la que hay que refrescar las ganas de ser la mejor, ya sea con todo el pelo trenzado, rapada, de rubio platino, con aros, sin ellos...

Natalia gana su primer meeting internacional

Pero por mucho que se empeñe en renacer en cada competición, su elegancia y su perfecta técnica la delatan. Es una dama del atletismo, uno de esos talentos que deben mimarse mucho antes de que eclosionen y que poseen un don que pocas personas en el planeta comparten, y más en nuestro deporte, a mi juicio el más universal y democrático. Aunque, como recuerda Marta Dominguez, no ha tenido la suerte, aún, de que el mundo se rinda a sus pies.

Natalia se deja ver poco, no compite apenas fuera de nuestro país. Trabaja sigilosamente en Tarragona, en las pistas de Camp Clar: un escenario tranquilo, alejado, casi solitario, ideal para forjar sueños, como señala Ignacio Romo.

Contentísima con su sexto puesto en Beijing 2008

Los que aman como yo este deporte, habrán extraído distintas lecturas de la trayectoria de la atleta tarraconense. Personalmente, me fascina su rendimiento después de haber dado a luz: de cómo trabaja la mente, esa prodigiosa herramienta tan denostada. Esa que un día se formuló la posibilidad de llegar a Pekín pocos meses después de convertirse en madre. Y lo logró. O esa que es capaz de esbozar un metal precioso en la imaginación y conseguirlo. Porque ¿qué más da todo lo demás cuando uno se sabe seguro de sus posibilidades?. Natalia no ha batido el récord del mundo de la distancia porque ni siquiera se lo ha planteado, o eso creía en 2009 su entrenador Miguel Escalona a propósito de la celebración de los mundiales de Berlín.

El doblete femenino en los 1.500 de Barcelona será imborrable

Como ya se ha apuntado, tiene una capacidad inusitada para proyectar lo que apunta su mente. En este punto radica el don y lo sublime de su hacer. Natalia persevera y no agota su capacidad para sorprender. Un tour de force que a nosotros nos embelesa o una vuelta de tuerca que dibuja una filosofía de trabajo y de vida muy, muy personales.

Esa humildad y esa discreción la llevaron a no celebrar el oro en Berlín. Como aficionado no había vivido hasta entonces un momento tan fatídico, tan trágico, tan doloroso como aquel. Sólo recuerdo un sentimiento similar cuando Marta cayó en el penúltimo obstáculo de su final olímpica. Aún así, de aquel episodio siempre recordaremos el fair play de Natalia cuando se agachó para consolar a Gelete Burka.

Abatida, ni siquiera pasea con la bandera  ante los pitidos del público alemán 

Las prodigiosas piernas de Natalia reclaman un lugar que le haga justicia. En el camino visitarán Daegu, pero llevan mucho andado. París la aplaudió cuando, en la prueba de la Golden League de 2003, se coronó ante la élite mundial. Berlín, en cambio, la abucheó cuando luchaba por la cuerda que un día Cacho defendió inspirando, sin saberlo, a toda una generación. Somos afortunados de tener a Natalia, porque desde hace un par de años estamos asistiendo a SU MOMENTO. Ojala obtenga su recompensa en Corea. Paris, Berlín, Barcelona… Londres.

Medio año después de Berlín, Natalia se resarció con su plata mundialista en Doha

lunes, 8 de agosto de 2011

¡Adiós al colegio, adiós...!

Con algo de retraso, en el presente post daré cuenta de cómo terminó mi algo aciaga primera temporada de pista y repasaré lo que ha dado de sí esta fantástica etapa 2010-2011.
En el 1.500m del Meeting de Madrid me puse nervioso al comprobar lo lenta que iba la serie y me puse a tirar porque mi objetivo era bajar de 4:30. Sin embargo, ocurrieron 2 cosas en mi contra: por un lado, la predisposición de la gente a no colaborar y a ganar la serie (y no a hacer un buen crono) y por otro lado, mi escasa capacidad de respuesta y creo que más bien de coco en los últimos 400m, cuando me pillaron por atrás dos atletas. Al final fueron 4:33; ¡¡qué malo!!!


Por otro lado, en el Campeonato de Madrid de 5.000m sí logré mejorar mi registro personal a pesar del viento. Previamente había observado que el nivel de los atletas inscritos era espectacular. Consciente de mis posibilidades, salí prudente en la parte trasera de la carrera. Durante los tres primeros kilómetros tiraría de mí “el otro” Miguel de Vicálvaro (¡!), colaborando conmigo a base de bien para que no perdiera la rueda de un atleta de Arganda y de L. M. Peláez, con quien ya compartiera fatiga en mi primer 5.000m un mes antes en Majadahonda.


Con mi liebre vicalvareña
A falta de dos vueltas me puse en cabeza para tratar de sacar lo máximo en los últimos metros, aunque quedé tercero en el sprint, firmando la 10º posición con 16:37, cinco segundos mejor que en Majadahonda. Poco después pasaba la línea de meta mi amigo Alfonso Menasalvas ocupando el 11º puesto.
Otro dato: el Cto. se ganó en 15:23, hubo 6 abandonos y 12 atletas terminaron la prueba.

10km Rotterdam
Pasadas las cuatro competiciones previstas (dos milquis y dos cincomiles), me considero lento en la pista y desprovisto de las dosis de motivación necesarias para afrontar tanto trabajo de series y calidad. Ha sido divertido este devaneo tartanero, pero creo que no es lo mío ¡ja!. Ahora bien, donde esté un cincomil que se quite un milqui. No sé si repetiré, pero tomo nota de alguna lección básica de esto como la de no adelantar en la curva (sí… lo hice) o la de no tirar inútilmente en una carrera corta para morir en el final a lo Jo Pavey.
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…¡Y sí! ya me encuentro de vacaciones, también de correr. Estoy especialmente cansado mentalmente después de estos 10 meses seguidos de entrenamientos, pero mi valoración del trabajo es muy positiva pese al agridulce sabor de boca que me ha dejado la pista.


Entre octubre y marzo corrí 12 pruebas de campo a través, encontrándome cómodo en una modalidad de la que antes rehuía por su dureza. Hubo días de luces (en la Carlos III, en Nebrija, en Poetas, en Valdemorillo) y de sombras (San Pablo, Coslada, Alcalá, o en el nacional universitario de Asturias), pero acabé muy satisfecho y comienzo a pensar que este tipo de pruebas se adapta mejor a mis características que, por ejemplo, una que se desarrolle en una pista oval con ocho calles…

¡Qué alegrías me han procurado las carreras de 10 km, mis favoritas de siempre!. Ojiplático llegué a meta en Canillejas al parar el crono en 33:XX por primera vez; ¡qué gozada!; en la SSV Internacional, que para mí es LA C-A-R-R-E-R-A, disfruté como un niño corriendo en 34:04 y aguantando la primera mi tad con Nuria Fernández. Ya en marzo llegó el tercer y último asalto en la Carrera del Agua, de la que conservo un grato recuerdo dada la idoneidad de la estrategia en carrera y del resultado final, que es mi mejor marca hasta ahora con 33:51. Considero muy positiva, por tanto, esta regularidad: 33:56/34:03/33:51 (NOV/DIC/MAR, respectivamente)

Llegada a meta en Canillejas 2010 con PB incluido


Cayeron dos medias maratones. Lo de Cartagena fue una pesadilla con esos 1:17:53 en la que pagué los alardes de fuerza del inicio a pesar de ser PB. Con poca motivación me inscribí en el Cto. De España de la distancia a finales de abril en Gijón. Y curiosamente, es una de las mejores carreras que he hecho nunca, con 1:14:53, y logrando una marca formidable a tenor de mi preparación y bagaje previos y con bonitos recuerdos de aquella tarde.

Por último, ha habido varias incursiones en carreras populares de las que he salido airoso e incluso con algún “regalo” bajo el brazo, algo de lo que me siento muy muy afortunado pues somos muchos los populares y aficionados y pocas las posibilidades de subir a un podio, ya sea en la carrera del barrio. Si en Tres Cantos sufrí como un cerdo, en Torrelodones o en la AVT luché en la cabeza de carrera por la victoria. Todo un lujazo para mí.

Celebro también lo gratificante que ha sido conocer a otros locos como yo en este tiempo; el tino de Eliseo Bodelón a la hora de ayudarme con la preparación; y el apoyo de familiares y amigos, especialmente de mi padre, siempre generoso conmigo. Además, he conseguido que Álvaro García esté cada vez más enganchado a esto.
Me despido con la imagen de la última carrera. Algo casi festivo que ocurrió en una carrera en Holanda, ya disfrutando de las vacaciones :)
¡Nos vemos pronto!