sábado, 29 de diciembre de 2012

La noche más esperada


A veces pienso que corro sólo por ella


Recta final en el Estadio Teresa Rivero, años 2010 y 2011

...por correr entre los ensordecedores aplausos cuando bajas la avda Ciudad de Barcelona 
...por competir al lado de mis ídolos
...por volver a Vallecas
...por disfrutar entre amigos
...por recibir el abrazo de mis padres en meta, otro año más

Estar a las 20:00 horas junto al Estadio Santiago Bernabéu en la noche del 31 de diciembre alcanza cotas de motivación tan elevadas en mí que, a día de hoy, insisto, es una de las razones por las que corro.

Pero ¿cómo correré el próximo lunes? la incertidumbre también es otro clásico.
He aquí un análisis de mi trayectoria desde que entreno en 2006 :)
















Estoy deseando veros a todos los que corréis el lunes y a aquellos que no podéis estar por allí, os deseo un felicísimo fin de año.

Un abrazo.

jueves, 20 de diciembre de 2012

Como el turrón

Coincide que, en diciembre, se dan cita dos de las carreras con mayor componente emotivo para el que suscribe. Ya el año pasado me detuve en bosquejar, con algo más de detalle y con ciertos visos de ¿lírica?, algunas de las peculiaridades de esta prueba. En definitiva, se celebra en las inmediaciones de una suerte de zona telúrica donde se han sucedido algunos episodios de mi historia personal.

Llama la atención cómo perdura una prueba con 30 años de trayectoria y cómo resucita con cada ciclo y con cada nueva hornada de atletas y ahora también de triatletas en ciernes. En cualquier caso, siempre se dan cita corredores de todos los niveles. En estos últimos años se hicieron con los primeros puestos algunos atletas de semi élite, si se me permite,  como David Apraiz, Abdilah Foursi (tercero recientemente en Canillejas) o  Javier Ramírez de Arellano (tercero en la SSVP del pasado año). Y afortunadamente, y a pesar de estar un escalón por debajo respecto a éstos, este año he podido resarcirme del cuarto puesto del año pasado e incluso mejorar el tercero de hace dos.

Fantástica imagen maqueada por Juanqui

Antes de la salida pude calentar con Rubén y compartir nervios con Juanqui y su tropa, y es que, en cualquier caso, en esta prueba se respira familiaridad. Tras efectuarse la salida, me fui hacia las primeras posiciones a la vista de que ningún corredor tomaba la iniciativa. Tanto fue así que me coloqué primero por simple inercia y tiré del grupo de cabeza durante la primera de las tres vueltas -de 2km cada una-. Al concluir la primera vuelta miro por fin hacia atrás y compruebo que sólo somos tres en el grupo.


Me hecho a un lado y obligo a Javier Ramírez a llevar las riendas: él es quién atacará cuando quiera y prefiero no ser yo quién se lo ponga fácil al otro atleta que nos acompaña. La carrera sigue, por tanto, comandada por Ramírez hasta el final de la segunda vuelta, cuando éste ataca y yo, consciente de mis posibilidades, no aumento las revoluciones, si no que espero a una posible reacción del otro atleta. Como parece que éste va sufriendo, decido aprovechar las bajadas y las cuestas para ir ampliando la distancia y así, poco a poco, gano ventaja con el objetivo de que no haya que decidir el desenlace en un final apretado. 
  
A falta de un kilómetro comienzo a pensar que voy a conservar el puesto y disminuye la ansiedad por la cada vez menos peligrosa persecución del tercero. Los últimos 200 metros se convierten en un baño de masas emocionante y saboreo la entrada en meta como si fuera la primera vez. 


Las clasificaciones, aquí.

La alegría de este domingo compensa algunos dudas que albergué la pasada semana, cuando me hice un esguince mientras entrenaba entre las tinieblas de las noches cerradas a eso de las 23:00 horas, mi hora habitual por las obligaciones diarias. Al día siguiente, a la deformación por el torcimiento se sumó un ‘hostión’ terrible que me di en el calcáneo del mismo pie… ¿Una señal tal vez?.

Muy bien acompañado por Juanqui y Jose

En dos semanas tenemos la cita más especial del año. La Vallecana ya está aquí y pese a los horarios locos voy a intentar poner lo mejor de mi parte en estas dos últimas semanas de entrenamiento antes del 31. Como el célebre eslogan publicitario, 'vuelvo' a casa en estas fechas y me marcho con un sabor realmente dulce. Como el del turrón.

¡Un saludo a todos!  

domingo, 2 de diciembre de 2012

Complejo cadáver

2-2 IGUALES. De las cuatro pruebas en las que he tomado parte hasta la fecha, dos de ellas se saldaron con resultados honrosos. En las dos restantes corrí en negativo a partir del ecuador de la carrera aproximadamente y, casualmente, en ambas pruebas la distancia era de 9,5 km. ¿Me faltan kilómetros? No lo creo, pues me muevo en valores habituales. ¿No estoy aún en gran forma y salgo a un ritmo desbocado para este tipo de pruebas?  Tal vez.
 

Me encanta la plasticidad de la expresión ‘recoger cadáveres’, sobre todo cuando eres tú quien lleva a cabo la recolecta, obviamente. No ha sido mi caso recientemente, pues aún cuando pensaba que no estaba arriesgando mucho, peté a lo grande. Y personalmente debo admitir que me fastidia, pues no deja de ser el fracaso de un alarde exagerado de forma. Otra cosa sería un flato, una lesión o una razón de peso, pero cuando procuras ser regular, convertirse en despojo es una auto-chanza y un escarmiento.


Con esta maravillosa foto de Santi Molina me evito enumerar a los que allí se dieran cita y donde se me puede apreciar al fondo de ésta por la izquierda. Una pintoresca mañana de otoño en la que brillaron los rayos del sol y donde se decidieron los integrantes de la selección española para el Europeo de Cross a celebrar el próximo domingo en Budapest. A saber: Landassem, Penti, Castillejo, los Lozano  y otros como Arturo Casado, Chema Martínez, Mullera…  y Diana Martín y Alessandra Aguilar entre las chicas. Por cierto, que viendo las fotos encuentro más motivos para considerarme eso, un saco de huesos: las prisas y el estrés se dejan notar en el cuerpo, claramente :S

Vaya recorrido duro el de Alcobendas, con unos giros interminables sobre el manto verde del Parque de Andalucía y con un par de repechos de impresión donde el público animaba enérgicamente en cada vuelta; qué lujo de prueba. Fue necesario usar clavos, que si bien en las sobre el césped eran del todo útiles, no lo fueron tanto en la zona de tierra dura, donde al menos yo no me siento especialmente cómodo con ellos.

Gran parte de la familia atlética madrileña se reunió allí y fue muy agradable intercambiar impresiones con muchos de ellos. Gracias, desde aquí, a mi amigo Dani por bajarse a verme (¡). Pero a la vez me pregunto, ¿por qué los ‘buenos’ del Clínicas Menorca no corren aquí, al lado de casa? ¿Y por qué apenas se dejan ver en las pruebas de cross cuando después siempre aspiran a estar arriba en el regional de cross? ¿Por qué ha dejado Anouar Dabab el club? ¿Volverá a correr éste la SSVP cuando ya el año pasado no había premios en metálico?. Preguntas que le vienen a uno a la cabeza -para hacer amiguitos, por otra parte-.

Volviendo a lo que nos atañe, en la clasificación final y con 34:21 quedé en la pos. 67º-corrieron 103 atletas en la categoría absoluta-. En suma, califico con suspenso mi carrera en Alcobendas. Como consuelo, me quedo con haber estrenado un chándal de equipación de atletismo por primera vez. Sí.

Por varias circunstancias no creo que pueda competir en estos próximos días.
¡Seguiremos informando!

jueves, 22 de noviembre de 2012

El invierno ya está aquí



Ha pasado casi un mes desde la última vez que me pasé por aquí para dar cuenta del primer cross de la temporada. La falta de tiempo y la acumulación de tareas pendientes me ha impedido contar aquí cómo fueron las citas de Quintanar de la Orden (4 de noviembre) y Nebrija (17 de noviembre).

En Quintanar nos encontramos ante un panorama poco alentador, y no sólo por cuanto concernía a la lluvia, el viento y el barro, ingredientes, por otra parte, potenciadores del sabor del auténtico cross. Las fuertes lluvias abnegaron el estadio de atletismo, epicentro éste del desarrollo de la prueba. Unido a ello Quintanar resucitaba después de no haberse celebrado en 2011, y su cartel hablaba a las claras de la desnutrida pléyade de atletas de primer nivel en comparación con los allí fueron hace sólo dos años.


Mi carrera fue un desastre. En las todavía primeras semanas de entrenamientos uno no sabe aún a qué ritmo puede ir y yo me excedí en la primera vuelta, tratando de no sucumbir en la segunda, y viéndome casi apartado de la competición en la tercera por un lacerante flato que, no obstante, pareció estabilizarse en el último tramo de carrera, permitiéndome terminar la carrera de una manera algo más digna. En definitiva, fueron 9 kilómetros que se hicieron muy largos, y dónde corrí a un ritmo de 3:35/km para acabar en el puesto 21 de apenas cinco docenas de corredores que no se amedrentaron por lo desasosegante del clima. ¿Lo positivo? la buena compañía de Alfonso y poder ver allí a otras caras conocidas como la de Fran, Iñaqui, Higinio o Santi.
En este enlace están disponibles las clasificaciones

En otro orden de cosas, y como novedad, he pasado a formar parte de las filas del club de Atletismo de Alcorcón.  A pesar de tener que dejar a mis compañeros de Vicálvaro, con los que comencé a correr en campeonatos regionales de cross y con los que he compartido grandes experiencias atléticas, estimé oportuno redirigir mis pasos hacia un club que me permita, de algún modo, rentabilizar mi motivación en forma de posibles nuevos logros. Tras la Vallecana, que como sabéis es mi principal objetivo, vendrán las citas importantes del cross, y será entonces cuando haya que poner a funcionar la maquinaria para colaborar en esas metas comunes con el club, qué por cierto cuenta con un equipo de una gran calidad atlética. Pero queda aún un par de meses para ello.


Sin embargo y a diferencia de lo que ocurriera en el municipio toledano, en el cross de Nebrija las cosas funcionaron mejor. Sopesé acudir a Soria, pero deseché la idea por varios motivos –mi aún escasa solvencia atlética a fecha de hoy, la inversión de un día entero, las dificultades de transporte etc. Así pues, me costó muy poco decantarme por la prueba universitaria del campus de La Berzosa, pues junto con la de la Carlos III es una de mis favoritas. 

Como es habitual, corrieron más de doscientas personas y terminé en un satisfactorio 10º lugar, un puesto por debajo del obtenido en 2010, cuando conocí este entorno natural de impresión e idóneo para celebrar un cross. Además, si entonces corrí en 3:42m/km, el pasado sábado lo hice en 3:37, dato a tener en cuenta en un análisis comparativo más preciso. Fue una carrera limpia en la que conservé la posición de principio a fin y en la que no hubo puntos de inflexión respecto a ritmos. Únicamente traté de avanzar una posición en los últimos 100 metros, pero mi adversario hizo gala de una gran explosividad final.


La clasificación, como es habitual, confeccionada por 'marioton'.

Y como es habitual,  de la jornada se podía desprender esa esencia deliciosa de las pruebas universitarias. Esa familiaridad y esa tan preciada sensación de ‘minoría’ en este o ese o ya no sé cuál, universo del running. Egoístamente deseo que no se popularice demasiado, y me temo que no llegará al público masivo porque ni se dirige a éste ni cuenta con las herramientas de comunicación y marketing de las otras.
En cualquier caso, sobre la masiva popularización del running me gustaría hablar en un futuro post. Estoy un poco frito de esto y creo que la gente se pincha un poco, sabe usted…

(…) En resumen, poco a poco el cuerpo va respondiendo y se va habituando a mayores exigencias en los entrenamientos. En los albores del mes de diciembre y en adelante vendrá la auténtica caña.

El próximo domingo he elegido el para mí inédito Cross Internacional de Alcobendas o de la Constitución para continuar en la senda crossera que comencé a finales de octubre.

¡Hasta la próxima!

sábado, 27 de octubre de 2012

Partimos desde casa

Bueno, bueno, bueno. Al fin llegó la primera carrera de la temporada.

En 2010 tardé dos semanas en estrenarme. En 2011, tres. Este año, SEIS. Con el tiempo uno se vuelve más maniático y perfeccionista, y es que no quería presentarme allí sin un grado de forma decente y, además, cada vez considero más importante el tiempo invertido en el entrenamiento, especialmente en este momento de la temporada.

Así, y tras casi mes y medio de entrenamientos, decidí participar en una prueba emblemática para mí: el cross de mi universidad, la UC3M. Claro que ahora, a diferencia de las otras tres ediciones en las que tomé parte como ‘alumno’, ahora soy ‘independiente’, hecho que ‘duele’ por aquello de sentirse más mayor que antes.

Esta prueba de campo a través de casi 5 kilómetros figura en el calendario particular de muchos atletas y especialmente de aquellos mediofondistas que conciben esta prueba corta como un entrenamiento de calidad nada desdeñable en los albores del invierno. Allí compartí nervios con Branson, que se ha animado a probar con los crosses -¡bien hecho!-  y con Álvaro, que vuelve a correr en ‘casa’ por partida doble después de estar mucho tiempo lejos de aquí.

Muchas caras conocidas y algo de tensión en el debut. Me coloco en la segunda fila y, con el comienzo de la prueba, aquello se convierte en una batalla campal hasta el punto que una persona no me da un simple codazo: me lo clava en la costilla y me arranca el dorsal de un lado. Lógicamente, la ira me hizo llamarle algo nada bonito.

                               

La carrera se desarrolló sin más imprevistos y fueron más las personas que sobrepasé en carrera -unas cinco-  que las que me adelantaron. La cuesta imponente de este circuito de dos vueltas la sobrellevé lo mejor que pude, aunque pica mucho más la leve pendiente que le sigue a continuación. Finalmente, firmé una decimonovena posición con un tiempo de 16:48, lo que arroja un promedio algo inferior a los 3:30/km.

La clasificación, aquí.

En la próxima carrera conoceré de cerca por primera vez otra cita tradicional del campo a través en la prueba que organiza el municipio toledano de Quintanar de la Orden, aunque allí la distancia pasará a ser el doble. Por otro lado, acabo de saber poco antes de escribir estas líneas que este año un grande como es Llodio se cae del calendario. 

¡Hasta entonces!

PD: me despido con una instantánea de 2010 a la que tengo un cariño especial; cuando a la tercera tentativa  vencí y fui el más rápido entre los alumnos de la UC3M.





viernes, 21 de septiembre de 2012

Hablando en 'cheli' y el número 7



Demasié-para-mi-body

Ilustraciones I de libro catequésis (real)
“Acaba de comenzar mi nº X temporada…”. De esta guisa hacía yo un ejercicio de retrospección hace 10 días, cuando volví a bajar al parque. El cálculo mental, fácil, se vio reforzado perfectamente con mi poco halagüeña condición física de hoy, en consonancia también con el estado de mi sensible psoas-ilíaco y de mi ‘body’ en general.

Hace muchos ‘tiempoh’ leí, ya no sé dónde, que es -especialmente- a partir del séptimo año, que es el que inicio yo ahora,  cuando en atletismo/fondo el corredor se encuentra en el estado más óptimo para ofrecer su mejor rendimiento. El caso es que entonces me parecía una fecha muy lejana, pero ha llegado…. TERROR. 

Pero al que suscribe, escéptico entre los escépticos, no le va a quedar otra que creer en esta premisa para mimar cada día las ganas por salir a correr y cultivar la fe de que esto es posible, sobre todo en estos duros días de pretemporada en los que no sientes las piernas.

Ilustraciones II

A diferencia de los últimos tres años, en los que empecé entrenar a primeros de octubre, este año he adelantado el inicio de la temporada al 10 de septiembre -uhhhh ¡qué loco estoy!-, con el fin de empezar a ser alguien en el mes de noviembre, que es cuando comienza la temporada de cross. 

Por ahora cierro mi bocaza y no citaré las competiciones porque prefiero pensar en el día a día, además de otros pequeños cambios que espero poder llevar a cabo próximamente. Una vez más (¡) me volcaré en el campo a través y en los 10km, esos que me acompañan desde que empecé a correr. No sé  si correré algún ‘diez’ antes de la Vallecana, que es sin duda mi gran objetivo.

Mientras continuo con la delicada tarea de ponerse uno fuerte, me despido remarcando la misma cantinela: P-R-U-D-E-N-C-I-A.

"Despacio...Con mucho amor que estamos empezando" (Lucia y el sexo)

¡Hasta pronto!

lunes, 27 de agosto de 2012

Excursión a los Juegos de Londres

A principios de año no tuve la fortuna de ser merecedor del derecho a compra de entradas que preveía el sistema de venta de tickets de los JJOO. Tampoco en las tandas posteriores, pues el precio para ver las pruebas en el estadio de atletismo rebasaba casi los 1.000 euros por sesión pues sólo quedaban los pases más caros. Persistí en mis trece de ir y me dije que, si bien no todos los días los Juegos tienen lugar al lado de casa, no me podía perder la oportunidad de respirar su atmósfera. ¡Listo, entonces!: zapatillas cómodas, mochila, ganas y temple para soportar las grandes masas de personas sin querer asesinar a nadie.



Conocía bastante bien la ciudad después de que en el verano de 2006 me lanzara a la aventura de encontrar trabajo allí. Pero eso es otra historia. El viernes, nada más aterrizar, me fui directo a la ‘zona cero’ de los Juegos. Muy agresivos, los voluntarios y personal de seguridad no dejaban de exclamar “No Ticket, no entry” en los alrededores del Parque Olímpico. Sin embargo, mereció la pena echar un vistazo en la enorme zona comercial que separa el recinto deportivo de la Villa Olímpica, en cuya puerta, estrictamente vigilada, se arremolinaban algunos deportistas –en la foto aparece Matthew Mitcham, campeón olímpico en Beijing de salto de trampolín desde 10m-  y otro tantos fans olímpicos con libros de autógrafos, cámaras y ristras de colecciones de pins e insignias de las citas olímpicas pasadas para vender, comprar o intercambiar con otros.






El centro comercial  aglutina las principales marcas de ropa deportivas que visten las selecciones nacionales: Adidas, Puma, Nike o El Bosco y sus polémicas creaciones. También fue curioso comprobar cómo, a pesar de estar prohibido, no dejaba de interceptarte gente tratando de comprarte entradas para lo que fuera. Y es que, si algo ha quedado patente es el tremendo apoyo popular de los londinenses y otros foráneos a la hora de asistir como público a las competiciones. ¡En el estadio de atletismo no cabía un alma incluso en las
sesiones de mañana!.





De vuelta a Londres organizo un picnic en Primrose Hill, mi rincón favorito, y reposo la comida en forma de siesta tirado en el césped. A eso de las 17:00 me empecé a angustiar por aquello del síndrome de abstinencia: después de ver los JJOO desde casa en las dos semanas previas, necesitaba mi pico y no tenía entradas y ni siquiera una maldita entrada para los recintos públicos al aire libre donde emitían las competiciones en pantalla grande, pues las entradas estaban agotadas también y sólo se podían comprar por internet en UK.
Resignado, comienzo a deambular por las calles mientras enciendo twitter para enterarme de cuanto acontece cuando, de repente, unas amables chinitas me invitan a pasar a una iglesia ¿¿¿WTF??? Pero mi cara de extrañeza torna en un salto de júbilo cuando me explican que dentro del templo tienen una pantalla grande para ver el atletismo. Allí dentro me ofrecen un cómo asiento y me agasajan con una botella de agua -sí, se llama milagro-. Así pues, despedí la jornada más a gusto que un arbusto.


En el segundo día hice, creo, lo más freak en mi vida ever. Me levanté a las 6:30 am para llegar a Hyde Park a las 7:30 am y coger primera fila para ver la prueba de 50km marcha. A las 9 comenzó puntualmente la prueba y detrás de mí se agolpaban ya tres filas de personas. Tuve la suerte de econtrar divertimento con otros locos que estaban a mi lado, entre ellos un veterano marchador americano  muy pizpireto y al que pregunté ochenta mil cosas de marcha.  


Allí animé a los Sánchez, Odriozola y García Bragado.  Fue un auténtico placer jalear en cada vuelta a Chuso o @Bragator, el atleta de alto nivel más longevo de nuestra historia, aunque sus dolores de ciática no le permitieron marchar como él sabe. Sólo para cubrir algunas necesidades básicas de mi organismo abandoné el lugar y regresé poco después para preservar mi sitio privilegiado para asistir, a partir de las 17:00, a la prueba femenina. Mucho más emocionante para nuestros intereses, Beatriz Pascual, María Vasco y Mª José Poves consiguieron sendos puestos 8º, 10º y 12º en una carrera mega emocionante en la que Olga Kaniskina cedió su trono de Pekín en los últimos metros a favor de su compatriota Elena Lashmanova ¡con nuevo récord del mundo!¡Qué espectáculo!. 



Una vez concluída la competición me vuelvo con mis chinitas de ‘All Souls Church’ junto a los estudios de la BBC en Oxford Circus y me preparo para chillar viendo a Ruth Beitia en la altura, porque, de hecho, fui el único de los allí presentes que también saltó cuando la cántabra rebasó los 2 metros. Lástima que la americana le se hiciera con un bronce que hubiera sido el broche de oro para la carrera de nuestra saltadora de altura y el salvavidas al que se hubiera agarrado la cúpula de la RFEA para salvar su poca credibilidad.





Porque en estos Juegos Natalia llegó tarde y mal. Marta apareció y desapareció de la escena como un auténtico fantasma. Nuestros marchadores pelearon hasta las últimas, especialmente Miguel ángel López (5º), pero resultó muy complicado rascar alguna medalla. También a las puertas de la final se quedaron los ochocentistas, que no acudieron a la fiesta del mejor 800 de toda la historia. Los maratonianos hicieron un papel digno en contraste con el desolador panorma de las pruebas masculinas del 1.500m, 3.000 obs, 5.000 y 10.000m.  Sólo cabe reconocer que conseguir una medalla en atletismo en unos Juegos Olímpicos es muy, muy complicado.
 Y entre los momentos que guardaré en mi memoria quedará el llanto desconsolado de Félix Sánchez, oro en 400m vallas;  las lágrimas de Jessica Ennis mientras todo un estadio cantaba al unísono God save the Queen; la alegría de Sally Pearson, la vallista australiana también campeona olímpica; o el buen hacer de Rudisha, plusmarquista mundial de 800m.




En el día de la clausura de los Juegos estudié con precisión en qué ubicación del recorrido podría ver pasar más veces a los maratonianos y me fui hasta Monument. Pertrechado con la bandera española, también entablé conversación con japoneses -su admiración por esta prueba en mayúscula- y andorranos (!). Todo un espectáculo, en definitiva, que se repite sólo cada cuatro años y en el que el nombre de las preseas siempre sorprende en una prueba como la de los 42.195 metros.  Cuando los encargados comenzaron a retirar las vallas, todo el mundo se tiró a ellos como locos  para hacerse con la cartelería de London 2012 de las vallas. Vale, a mí no me cabía en la maleta de mano del avión, que si no también hubiera sacado uñas y dientes por mi trozo de tela fúcsia característico.

Y con una tarde de esparcimiento en la capital británica terminó mi particular visita a los Juegos de la XXX Olimpiada. Acudí solo y con una mochila, pero estuve allí. Eso es lo que cuenta.