A
principios de año no tuve la fortuna de ser merecedor del derecho a compra de
entradas que preveía el sistema de venta de tickets de los JJOO. Tampoco en las
tandas posteriores, pues el precio para ver las pruebas en el estadio de
atletismo rebasaba casi los 1.000 euros por sesión pues sólo quedaban los pases
más caros. Persistí en mis trece de ir y me dije que, si bien no todos los días
los Juegos tienen lugar al lado de casa, no me podía perder la oportunidad de
respirar su atmósfera. ¡Listo, entonces!: zapatillas cómodas, mochila, ganas y
temple para soportar las grandes masas de personas sin querer asesinar a nadie.
Conocía
bastante bien la ciudad después de que en el verano de 2006 me lanzara a la
aventura de encontrar trabajo allí. Pero eso es otra historia. El viernes, nada
más aterrizar, me fui directo a la ‘zona cero’ de los Juegos. Muy agresivos,
los voluntarios y personal de seguridad no dejaban de exclamar “No Ticket, no
entry” en los alrededores del Parque Olímpico. Sin embargo, mereció la pena
echar un vistazo en la enorme zona comercial que separa el recinto deportivo de
la Villa Olímpica, en cuya puerta, estrictamente vigilada, se arremolinaban
algunos deportistas –en la foto aparece Matthew Mitcham, campeón olímpico en
Beijing de salto de trampolín desde 10m- y otro tantos fans olímpicos con libros de
autógrafos, cámaras y ristras de colecciones de pins e insignias de las citas
olímpicas pasadas para vender, comprar o intercambiar con otros.
El centro comercial aglutina las principales marcas de ropa
deportivas que visten las selecciones nacionales: Adidas, Puma, Nike o El Bosco
y sus polémicas creaciones. También fue curioso comprobar cómo, a pesar de
estar prohibido, no dejaba de interceptarte gente tratando de comprarte
entradas para lo que fuera. Y es que, si algo ha quedado patente es el tremendo
apoyo popular de los londinenses y otros foráneos a la hora de asistir como
público a las competiciones. ¡En el estadio de atletismo no cabía un alma
incluso en las
sesiones de mañana!.
De
vuelta a Londres organizo un picnic en Primrose Hill, mi rincón favorito, y
reposo la comida en forma de siesta tirado en el césped. A eso de las 17:00 me empecé a angustiar
por aquello del síndrome de abstinencia: después de ver los JJOO desde casa en
las dos semanas previas, necesitaba mi pico y no tenía entradas y ni siquiera
una maldita entrada para los recintos públicos al aire libre donde emitían las
competiciones en pantalla grande, pues las entradas estaban agotadas también y
sólo se podían comprar por internet en UK.
Resignado,
comienzo a deambular por las calles mientras enciendo twitter para enterarme de
cuanto acontece cuando, de repente, unas amables chinitas me invitan a pasar a
una iglesia ¿¿¿WTF??? Pero mi cara de extrañeza torna en un salto de júbilo
cuando me explican que dentro del templo tienen una pantalla grande para ver el
atletismo. Allí dentro me ofrecen un cómo asiento y me agasajan con una botella
de agua -sí, se llama milagro-. Así pues, despedí la jornada más a gusto que un
arbusto.
En el
segundo día hice, creo, lo más freak en mi vida ever. Me levanté a las 6:30 am
para llegar a Hyde Park a las 7:30 am y coger primera fila para ver la prueba
de 50km marcha. A las 9 comenzó puntualmente la prueba y detrás de mí se
agolpaban ya tres filas de personas. Tuve la suerte de econtrar divertimento
con otros locos que estaban a mi lado, entre ellos un veterano marchador
americano muy pizpireto y al que
pregunté ochenta mil cosas de marcha.
Allí animé a los Sánchez, Odriozola y García Bragado. Fue un auténtico placer jalear en cada vuelta
a Chuso o @Bragator, el atleta de alto nivel más longevo de nuestra historia,
aunque sus dolores de ciática no le permitieron marchar como él sabe. Sólo
para cubrir algunas necesidades básicas de mi organismo abandoné el lugar y
regresé poco después para preservar mi sitio privilegiado para asistir, a
partir de las 17:00, a la prueba femenina. Mucho más emocionante para nuestros
intereses, Beatriz Pascual, María Vasco y Mª José Poves consiguieron sendos
puestos 8º, 10º y 12º en una carrera mega emocionante en la que Olga Kaniskina
cedió su trono de Pekín en los últimos metros a favor de su compatriota Elena
Lashmanova ¡con nuevo récord del mundo!¡Qué espectáculo!.
Una vez concluída la
competición me vuelvo con mis chinitas de ‘All Souls Church’ junto a los
estudios de la BBC en Oxford Circus y me preparo para chillar viendo a Ruth
Beitia en la altura, porque, de hecho, fui el único de los allí presentes que
también saltó cuando la cántabra rebasó los 2 metros. Lástima que la americana
le se hiciera con un bronce que hubiera sido el broche de oro para la carrera
de nuestra saltadora de altura y el salvavidas al que se hubiera agarrado la
cúpula de la RFEA para salvar su poca credibilidad.
Porque
en estos Juegos Natalia llegó tarde y mal. Marta apareció y desapareció de la
escena como un auténtico fantasma. Nuestros marchadores pelearon hasta las
últimas, especialmente Miguel ángel López (5º), pero resultó muy complicado
rascar alguna medalla. También a las puertas de la final se quedaron los
ochocentistas, que no acudieron a la fiesta del mejor 800 de toda la historia.
Los maratonianos hicieron un papel digno en contraste con el desolador panorma
de las pruebas masculinas del 1.500m, 3.000 obs, 5.000 y 10.000m. Sólo cabe reconocer que conseguir una medalla
en atletismo en unos Juegos Olímpicos es muy, muy complicado.
Y entre los
momentos que guardaré en mi memoria quedará el llanto desconsolado de Félix
Sánchez, oro en 400m vallas; las
lágrimas de Jessica Ennis mientras todo un estadio cantaba al unísono God save
the Queen; la alegría de Sally Pearson, la vallista australiana también
campeona olímpica; o el buen hacer de Rudisha, plusmarquista mundial de 800m.
En el
día de la clausura de los Juegos estudié con precisión en qué ubicación del
recorrido podría ver pasar más veces a los maratonianos y me fui hasta
Monument. Pertrechado con la bandera española, también entablé conversación con
japoneses -su admiración por esta prueba en mayúscula- y andorranos (!). Todo
un espectáculo, en definitiva, que se repite sólo cada cuatro años y en el que
el nombre de las preseas siempre sorprende en una prueba como la de los 42.195 metros. Cuando los encargados comenzaron a retirar
las vallas, todo el mundo se tiró a ellos como locos para hacerse con la cartelería de London 2012
de las vallas. Vale, a mí no me cabía en la maleta de mano del avión, que si no
también hubiera sacado uñas y dientes por mi trozo de tela fúcsia
característico.
Y con
una tarde de esparcimiento en la capital británica terminó mi particular visita
a los Juegos de la XXX Olimpiada. Acudí solo y con una mochila, pero estuve
allí. Eso es lo que cuenta.
qué grande eres!
ResponderEliminarHoy en el paseo nocturno con mi mujer (gran seguidora de tu blog por cierto, jeje) hemos estado hablando de que menuda aventura más molona te has marcado.¡A Los que nos encanta el atletismo te envidiamos!
ResponderEliminarUn abrazo.
PD Hay un lapsus con el bueno de Félix.
¡Ay,es verdad! no sé qué me pasa que cuando pienso en Dyron Robles me acuerdo de Sánchez y viceversa... ¡Gracias por la anotación!
EliminarFue una excursión muy entretenida, sabía que si no iba me arrepentiría y lo de ir solo era la única rémora, así que bueno, como esto 'nos' gusta de verdad allí fui jej.
Qué majos, tengo ganas de veros personalmente en alguna carrerita, ¡a ver si venís por Madrid!
Un abrazo
Brutal. Tu si que vives esto como nadie, envidia es poca!
ResponderEliminarSigue con el alma alegre disfrutando de todo esto!
Un abrazo!
Me uno al comentario de arriba: BRUTAL.
ResponderEliminarLo he leído un par de veces. ¡Vivan las chinitas! A veces los viajes que se hacen en soledad con una mochilita luego resultan de lo más interesante. ¡Tú si que lo vives, Mike!
Por cierto, molas muchísimo en la fotografía que abre la entrada. ¡Tremenda!
Con un par! Eso es motivación y ganas de seguir el deporte. Mi más sana envidia por tu gran aventura.
ResponderEliminar@Darío, @Dani, @Alberto: estoy seguro de que, como mínimo, hubiérais disfrutado lo mismo que yo ... en 2013 hay mundial en Moscú ¿quién se punta? XD es broma!
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